
En este marco, hubo varias bandas interesantes, pero una de ellas logró traspasar la limitación inherente a la dificultad del sonido para convertirse en una banda reconocida, hecha y derecha. Se trata de Brainticket, ensamble cosmopolita que en el año 1971 editó uno de los discos más psicodélicos de la historia: el que aquí se les ofrece, Cottonwoodhill, salido de las particulares cabezas de los fundadores del grupo: el tecladista Joel Vandroogenbroeck (belga), el ingeniero de sonido Hellmuth Kolbe (alemán) y el guitarrista Ron Bryer (inglés).
Dificultoso, enmarañado, viajero, Cottonwoodhill es el ejemplo perfecto de un trip lisérgico trasvasado a un envase musical. Los colchones de teclado dan paso a fugaces intervenciones de la guitarra, mientras las voces distorsionadas nos hablan cosas inentendibles casi susurradas (bien por la chica que canta, Dawn Muir). Todo es interrumpido por atronadores ruidos ambiente. Las baterías llevan una marcha recta y cabalgante que hipnotiza, enloquece. Un disco muy, pero muy interesante; pero igual de complejo. Hay que darle una oportunidad, ya que jamás decepcionará.
Brainticket, Cottonwoodhill
Bellaphon, 1971
1. Black Sand (4:04)
2. Places Of Light (4:05)
3. Brainticket Part One (8:20)
4. Brainticket Part One: Conclusion (4:34)
5. Brainticket Part Two (13:14)
Rippeado @ 256 kbps. | 62 MB aprox.
Personal
Dawn Muir - voz
Ron Bryer - guitarra
Werner Werni Fröhlich - bajo
Cosimo Lampis - batería
Joel Vandroogenbroeck - órgano, flauta, teclados, voz
Hellmuth Kolbe - teclados, efectos
Wolfgang Paap - percusión, tabla
Ejemplo musical: un material muy acorde a lo que escuchás. Un ratito de "Brainticket Part One" musicaliza uno de los hipnóticos cortos de Cannabis Nation.
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