27.8.07

The New York Dolls - Ídem

Y si en la entrada anterior hablábamos de pioneros, en ésta también. Si aquellos (The Velvet Underground) modelaron el ideario minimalista que daría su combustible al punk rock, éstos fueron los que le aportaron el descaro, la explosividad, la idea de irresponsabilidad. Fueron la chispa que encendió la llama, para continuar con la metáfora de la combustión.

The New York Dolls, se llamaron los muchachos. Y así como los ven en la tapa, todos pintarrajeados y con cara de chicos buenos, eran todos unos atrevidos. El problema fue que al heredarle esta moda del maquillaje, los leotardos y el cuero a un movimiento tan patético como popular (el hair metal ochentoso), hoy confundimos la finalidad del propio look. En estos pibes, tanto polvo servía para disfrazar sus verdaderas intenciones.

Intenciones que se expresan a las claras en éste, su primer disco. Se trataba de unos muchachos muy pesados, violentos y con turbulentas vidas que incluían, obviamente, sustancias y prácticas ilegales. Hablamos de personalidades excéntricas que luego dejarían su huella en el rock por propio ímpetu: el cantante David Johansen, de voz limitada pero pasional y expresiva; el guitarrista y cantante Johnny Thunders (un ícono del glam), de una intensidad poco vista para la guitarra con fuzz; el guitarrista Sylvian Sylvian, técnico y minimalistamente quirúrgico para las rítmicas; el sofisticado baterista Jerry Nolan, granítico y suficiente; y Arthur Killer Kane en el bajo.

Sus influencias eran principalmente el rythm & blues de los años '50, el garage rock de los '60 y una fuerte dosis de psicodelia, en especial en la estructura poco convencional de las canciones. Esta mixtura daba como resultado un violento cóctel de estilos que se convirtieron en una propuesta explosiva, con guiños de delicadeza pero verdaderamente furiosa. Para los Dolls no había descanso, no había pausa: eran toda una banda de rock n' roll, descarada y con una pasión sin límites.

Los muchachos editaron este primer disco en 1973, bajo la supervisión del gran Todd Rundgren. Su poder conquistó tanto a los Estados Unidos como al Reino Unido, lo que para una banda de este estilo era difícil, y más con la atmósfera ciertamente neoyorkina que tenía la música de los Dolls. En 1974, sin embargo, su segundo opus Too Much Too Soon fracasó, y el título de éste pareció una sutil premonición. Ni siquiera Malcolm McLaren, quien luego crearía a los Sex Pistols, pudo levantar su fama. Probablemente, como la historia lo comprobó, eran demasiado atrevidos para su tiempo.

Si bien se separaron en 1975, fueron y son constantemente señalados como influencia por cualquier grupo de punk rock, hard rock o glam que aparezca por ahí. Aprecien por qué, entonces.

The New York Dolls, Ídem
Mercury Records, 1975

1. Personality Crisis (3:34)
2. Looking For A Kiss (3:11)
3. Vietnamese Baby (3:32)
4. Lonely Planet Boy (4:06)
5. Frankenstein (6:00)
6. Trash (3:09)
7. Bad Girl (3:05)
8. Subway Train (4:22)
9. Pills (2:49)
10. Private World (3:40)
11. Jet Boy (4:40)

Rippeado @ 160 kbps. | 57 MB aprox.

Personal
David Johansen - voz, armónica, gong
Johnny Thunders - voz, guitarra
Sylvian Sylvian - guitarra, piano, voz
Arthur Killer Kane - bajo
Jerry Nolan - batería
Todd Rundgren - piano, teclados, moog
Buddy Bowser - saxo
Alex Spyropoulos - piano



Ejemplo musical: The New York Dolls en pleno interpretando el tema que abre este disco, "Personality Crisis", en vivo para la TV estadounidense.


Bajate este disco de acá.

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